Las crónicas del viajero

Prólogo

Sam es un ateo empedernido que ha vivido casi toda su vida bajo su propia filosofía: «Soy mi propio dios». Es además un exitoso empresario, y activista ateo reconocido. Creía únicamente en las decisiones como el dictamen final de futuro de cualquier hombre.

Tenía una familia hermosa, trabajo, amigos, no le hacía falta absolutamente nada, está demás decir que contaba con todo lo que un hombre común y corriente podía añorar. 

Horas antes de que su vida de una vuelta abismal, un vació existencial lo ataca de sobremanera por un cumulo de preguntas que había llegado a su climax, el cual carecían de respuestas a planteamientos tan sencillos que todos en algún momento como humanos llegamos a cuestionar. Él despierta de la noche a la mañana en una fecha muy remota en el pasado. Y conforme él va entendiendo de que se va tratando todo; descubre que tiene la habilidad de poder viajar a cualquier momento en el pasado excepto volver al presente, hasta que haya aprendido la lección que la vida intenta darle. 

La duda jugará un rol clave en esta novela embarcando al protagonista en un viaje lleno de obstáculos, sorpresas, misterios, locuras, imposibilidades. 




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Отредактировано: 15.03.2018